¿La clave es la ubicación? ¿El diseño es lo que más los atrae? ¿La comodidad es lo que no se negocia? Las mejores oficinas son las que logran combinar estas características con modalidades de trabajo acordes a los tiempos que corren.
Las empresas que logren alinear sus espacios con las expectativas y necesidades de sus colaboradores van a conquistar una ventaja competitiva capaz de fortalecer su marca empleadora y su cultura organizacional.
La mejor oficina es la que se usa
Ya todos vimos la noticia. Amazon está queriendo marcar el camino: decidió que todos sus empleados vuelvan a la presencialidad completa para 2025. Varias multinacionales ya están prestando atención a este nuevo cambio de paradigma. En el contexto local, también es un tema en agenda y cada vez son más las personas que vuelven a trabajar a tiempo completo en la oficina. El desafío para las compañías, que tomen este camino, va a ser equilibrar esta presencialidad con flexibilidad en horarios y dinámicas laborales, adaptando sus espacios para que sean tan funcionales como atractivos. Esto significa diseñar oficinas en inmuebles fácilmente accesibles y crear entornos agradables que fomenten la colaboración, el bienestar y la productividad.
La ubicación sigue siendo clave en la definición de una marca empleadora competitiva. Sin embargo, a medida que los empleados priorizan el equilibrio entre vida y trabajo, el concepto de bien ubicado se extiende más allá del acceso fácil: se convierte en un recurso estratégico.
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Las empresas pueden maximizar el valor de sus oficinas eligiendo zonas accesibles y en entornos que ofrezcan servicios de calidad, pero también implementando políticas de flexibilidad horaria y sistemas de organización interna que ordenen y monitoreen su ocupación, garantizando que el espacio esté bien administrado. Esto promueve el encuentro de las diferentes áreas de una misma empresa y genera una interacción interdisciplinaria que solo puede conseguirse en la presencialidad”, afirma Rosana Schenone, Business Developer Manager de Cushman & Wakefield Argentina.
En un mundo hiperconectado, que ofrece oportunidades tentadoras para quienes puedan vender sus servicios al exterior sin despertarse temprano ni salir de su casa, es crucial que la distancia al trabajo no sea un obstáculo. Porque hasta las oficinas más confortables, sustentables e inteligentes pierden su magia cuando están vacías.
El desembarco del wellness
La demanda de un ambiente de trabajo agradable y el interés de los empleados por el equilibrio personal-laboral hablan de que las empresas tienen que invertir en diseños que encarnen estos valores. Oficinas bien iluminadas, con áreas para concentración y espacios de descanso, son elementos cada vez más valorados que no solo benefician al equipo, sino que también fortalecen la imagen de la empresa.
“En un mercado en el que los talentos clave buscan flexibilidad y perspectivas de desarrollo, las oficinas pueden servir para generar espacios de intercambio que reflejen la cultura y los objetivos de las organizaciones, mostrando con su infraestructura el compromiso hacia sus colaboradores y el enfoque hacia la innovación”, agrega Ana Laura Rodriguez Lamaison, Coordinadora Regional de RRHH de Cushman & Wakefield.
Estrategias de real estate para un entorno en evolución
¿Qué mejor estrategia para que los colaboradores ansíen trabajar en tu compañía que ofrecerles lo que ellos quieren? ¿Parece básico? No lo es. Quienes diseñen espacios que integren ubicación estratégica, flexibilidad y bienestar para alinearse con las expectativas actuales, formarán equipos de trabajo enfocados y colaborativos.
En Cushman & Wakefield acompañamos a las empresas en su adaptación, para que cada metro cuadrado sea una inversión en la cultura corporativa y en la reputación de la marca, y para asegurar que el espacio de trabajo sea el más valioso de los activos, tanto para el día a día como para el futuro.