- Cercanía de la mano de obra: rotación de la zona/ciudad, educación y costo de traslados.
- Logística: analizando a detalle la cercanía de clientes o proveedores.
- Infraestructura: se debe evaluar si el espacio cumple o no con los requerimientos industriales idóneos para operar correctamente, como capacidad eléctrica, gas natural, agua o la velocidad del internet, entre otros.
Una vez determinada la ubicación, habrá que identificar todas las posibles alternativas de renta de bodegas y entender las especificaciones técnicas de cada inmueble, así como los términos y condiciones que determinen los propietarios.
Lo siguiente es crear una solicitud de propuesta (RFP por sus siglas en inglés), que luego tendrá que enviarse a los dueños de las bodegas seleccionadas. En el RFP se establecen cada una de las necesidades (área total, área de oficinas, andenes, estacionamientos, plazos, etc.) y con ese documento los posibles arrendadores devolverán una propuesta indicando las exigencias que puedan lograr y el precio que se cobrará por el arrendamiento.
Después de analizar las opciones, el siguiente paso es enviar una carta de intención (LOI por sus siglas en inglés), al o a los finalistas. Se puede aprovechar la LOI para definir con que términos o adiciones a la propuesta se pueden llevar el proyecto.
Una vez llegado el acuerdo con algún arrendador, se elabora un contrato de arrendamiento privado, el cual define las cláusulas y responsabilidades a considerar durante el arrendamiento, tomando como principio la LOI. El contrato de arrendamiento tendrá base legal y en caso de incumplir en cualquier obligación, entonces se puede acudir a las autoridades para dar solución al contrato.
A diferencia de una casa, que regularmente se alquila por un año, las bodegas son ocupadas en plazos mayores. De contar con dos espacios disponibles que cumplan con las especificaciones requeridas, lo más probable es que sea necesario adaptarse a las condiciones establecidas por los propietarios, en cambio, de existir varias alternativas entonces se tiene más control acerca de los términos y condiciones que se buscan.
Además, por ser operaciones más grandes que las de una renta de propiedad habitacional, habrá mayores compromisos y, por lo mismo, es aconsejable recibir asesoramiento de profesionales como los de Cushman & Wakefield, quienes sabemos del mercado, las rentas, los beneficios que es posible obtener de los desarrolladores, las mejores prácticas y análisis del mercado inmobiliario para recibir asesoría profesional ante una decisión tan importante. Puedes confiar que con nosotros tu propósito de encontrar el mejor espacio para rentar será logrado con eficacia y transparencia en todos los procesos.